Un Breve Elogio del Tomate
Con una buena salsa fileto se resuelve dignamente y en pocos minutos una comida con lo que haya en casa. Idealmente, acompañando unas pastas secas de buena calidad.
Fresca y ligera pero untuosa gracias a la manteca. El dulzor típico de los tomates en conserva se realza ligeramente con una pizca de azúcar. Medio cubito de caldo disuelto en un poco de agua aporta la sal justa y termina de redondear el sabor umami natural del tomate, perfumado por el laurel y el ajo.
Se sirve fresca, tratando de no sobrecocer para evitar que la salsa se ponga ácida o tome un color demasiado anaranjado. La idea es honrar el sabor fresco y dulzón de esta noble fruta de origen americano.
Ingredientes
Tomates Perita en Conserva | 1 lata o frasco de 400gr |
Ajo | 1 diente |
Laurel | 1 hoja |
Manteca | 1 cucharada |
Aceite de Oliva | 4 cucharadas o 60ml |
Agua | 1/2 taza o 100ml |
Caldito de Verdura | 1/2 unidad |
Extracto de Tomate | 1 cucharadita |
Fécula de Maíz | 1 cucharadita |
Azúcar Blanco | 1 cucharadita |
Paso a Paso
La preparación de esta salsa es muy sencilla y su cocción debe ser breve. Por eso es recomendable tener listos y a mano todos los ingredientes para ir incorporándolos justo a tiempo.
- Abrir la lata de tomates, ponerlos sobre una tabla de picar, eliminar restos de cáscaras y cabitos si los hay y cortarlos en pequeños cubitos. Reservarlos en un recipiente junto con el jugo que suelten, sin olvidar además el jugo que viene en la lata o frasco.
- Pelar un diente de ajo y aplastarlo. No es necesario cortarlo ni picarlo. Reservar.
- Calentar la media taza de agua y disolver en ella el 1/2 caldito y la cucharadita de extracto de tomate. Reservar.
- Colocar a fuego moderado una cacerolita de unos 20cm de diámetro con la manteca, el aceite, el diente de ajo y la hoja de laurel. Dejar que la manteca se derrita sin llegar a sobrecalentarse.
- Tan pronto como el ajo comience a crepitar es momento de bajar el fuego al mínimo e incorporar cautelosamente el tomate cubeteado con su jugo. Integrar revolviendo suavemente con una cuchara de madera. Cuidado con las salpicaduras.
- Incorporar el contenido de la taza con el caldo y volver a poner a fuego moderado durante 3 minutos.
- En este punto la salsa debería quedar ligeramente líquida. Bajamos el fuego al mínimo. Como queremos una contextura más espesa y sedosa pero sin sobrecocer, incorporamos una cucharadita de fécula de maíz bien disuelta en un pocillo de agua fría. Revolvemos atentos a la aparición de grumos.
- Apagar el fuego. Incorporar el azúcar y revolver.
- Opcionalmente, para refinar la textura la salsa se puede mixear, aplastar con pisapuré o -mucho mejor- pasarla por un pasapurés. ¡No olvides retirar el laurel y el ajo antes de hacerlo!
- Servir con tu plato de pastas favoritas.
Resultado


